Un recuerdo de doña Argemira que sin más que una sonrisa en la cara, nos dejo entrar un su casa, compartir con nostros sus experiencias, sueños y logros, y nos dejó una enseñanza de cómo es la vida en el barrio el Quindío y cómo es quienes lo habitan. Además nos enseño que "el empuje" personal permite los logros de la vida, y que no hacen falta grandes lujos para vivir alegre.
...Doña Argemira, muchas gracias...
lunes, 9 de abril de 2007
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